Un monstruo gigante que lanza fuego por la boca, dos viajeras del tiempo que quieren cambiar el futuro, cinco guerreros sentai, un fantasma que se manifiesta a través de un muñeco, algún maleficio, también algún que otro demonio… todos estos elementos aderezan esta historia que protagoniza Román (o Rob), un nene de doce añitos muy simpaticote (aunque… bueno… a lo mejor acaba cayéndote como una patada en la boca, no sé) que quiere muchisisísimo a su mamá y a su papá y que de un día para otro se convierte en una bestia obsesiva superviolenta al ver algo que no le gusta nada (aunque bueno, obsesivo ya era antes de esto último, y un pelín violento… también).
Mientras vivimos el día a día de Romanín y su obsesión, en este relato también nos encontraremos a David (o Dale), el padre de Román, que tiene un pequeño problema con su vida laboral, y es que este pobre hombre no puede mantener un solo trabajo durante un largo periodo de tiempo debido a que siempre acaba provocando accidentes catastróficos prácticamente imposibles.
En fin… acompaña a Rob (o Román) y a su padre en esta novela de celos y obsesiones, de cariño y perdón, de videojuegos y cine. Acompáñalos en esta historia dramática plagada de fantasía. Acompáñalos en este relato que sucedió en… 1995 (¡¡y por eso se titula 1995!! ¡¡¡¡Bieeeeeeeennnn!!!!).
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